Los colorantes son compuestos orgánicos que se aplican a un sustrato que puede ser fibras textiles, cuero, papel, plástico o alimentos para darle un color más o menos permanente dependiendo de las características de absorción del mismo sustrato. En general, son solubles en el medio donde se aplican o en el producto final, contrario a los pigmentos que son sustancias coloreadas e insolubles, que se dispersan en un medio especial para su uso, como plásticos, pinturas o tintas para imprenta.
Las sustancias que absorben la luz en la región visible del espectro son aquellas que permiten obtener los colores primarios; mientras que las sustancias que no absorben la luz son incoloras o blancas, y las que absorben todas las longitudes son negras. Cuando la banda de absorción es aguda, el color que se obtiene es brillante; mientras que las bandas anchas y difusas permiten obtener colores opacos.
Por su parte, la absorción de radiación se debe a los electrones de las moléculas, que pasan a un estado electrónico superior por la radiación. Las moléculas con varios enlaces dobles conjugados permiten absorber una mayor longitud de onda y con mayor intensidad de absorción, por lo que se obtienen colores verdes, azules y negros como consecuencia de la acción en conjunto de dos agrupaciones atómicas:
Cromóforo
Este grupo es responsable del color por sí solo. En griego, su nombre significa portador de color y podemos encontrar varios subtipos:
- Cromóforos etilénicos
- Cromóforos azoicos
- Cromóforos aromáticos
- Derivados del trifenilmetano
- Derivados de la antraquinona
- Ftalocianinas
- Indólicos